Cómo afecta la lluvia a las aves
Pájaros volando bajo la lluvia significado
Durante una tormenta, es más probable ver pájaros posados y agazapados que volando. La mayoría de las aves son impermeables. Sus plumas, combinadas con el aceite de las glándulas de acicalamiento, las mantienen bastante impermeables. ¿Por qué evitan volar cuando llueve? No se trata sólo de mojarse. Puede que tenga más que ver con el aire que con el agua.
Las tormentas alteran el medio en el que se desarrolla el vuelo: el propio aire. Las tormentas suelen producirse cuando la presión atmosférica es baja. El aire en un sistema de baja presión es menos denso. Pero es el aire denso el que proporciona a las aves la sustentación aerodinámica que necesitan para levantar el vuelo. La lluvia que cae y la alta humedad también añaden muchas moléculas de agua al aire. El agua ocupa espacio en el aire, haciéndolo aún menos denso.
Por eso, en lugar de volar, muchas aves se posan y conservan energía durante una tormenta. Se sientan al abrigo de un árbol. O se posan en el alambre de una valla de cara al viento, lo que reduce su resistencia al aire y limita la pérdida del preciado calor corporal. Pero cuando pasa la tormenta, las aves vuelven a surcar los cielos.
Aves que pueden volar en las tormentas
Reimpresiones y autorizacionesSobre este artículoCite este artículoMaziarz, M., Broughton, R.K., Chylarecki, P. et al. Weather impacts on interactions between nesting birds, nest-dwelling ectoparasites and ants.
Sci Rep 12, 17845 (2022). https://doi.org/10.1038/s41598-022-21618-1Download citationShare this articleCualquier persona con la que compartas el siguiente enlace podrá leer este contenido:Get shareable linkSorry, a shareable link is not currently available for this article.Copy to clipboard
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Qué hacen los pájaros cuando llueve
Las tormentas causan estragos en los hábitats de las aves, y hay muchas formas diferentes en que las tormentas les causan problemas. Sin embargo, desde los huracanes a las ventiscas de granizo, pasando por las tormentas de polvo, las aves consiguen sobrevivir a estas peligrosas condiciones. Pero, ¿cómo lo hacen y cómo pueden los observadores de aves ayudar a mantenerlas a salvo de las tormentas?
Cada tormenta es diferente y puede tener efectos únicos sobre las aves de su zona. Los peligros de las tormentas dependen del clima, la geografía, los recursos disponibles y los tipos de aves que se encuentren en su trayectoria. No obstante, cualquier tormenta puede ser dañina y causar problemas a las aves:
Además, las tormentas severas también pueden provocar catástrofes secundarias que pueden ser mortales para las aves. Un huracán, por ejemplo, podría dañar una plataforma petrolífera en alta mar, provocando un vertido de petróleo que podría afectar a las aves marinas y costeras semanas después de que haya pasado la tormenta. Un tornado puede dañar un tendido eléctrico y provocar un incendio forestal que arrasa el hábitat de pastizales a muchos kilómetros de la tormenta original.
Las aves tienen sentidos muy agudos y son conscientes de los cambios ambientales más pequeños que indican la llegada de una tormenta. Perciben cambios de temperatura, velocidad y dirección del viento, humedad y presión barométrica. Cuando esos cambios indican la llegada de una tormenta, las aves pueden actuar con rapidez para mantenerse a salvo.
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Durante los chubascos ligeros, la mayoría de las aves continúan su actividad normal. Las aves son muy activas y necesitan comer con frecuencia. Cuando llueve poco, siguen haciendo sus cosas de pájaros. Pueden hacerlo porque sus plumas son impermeables. Bueno, las plumas no son impermeables en sí mismas. Las aves hacen que sus plumas sean impermeables mediante la actividad de acicalarse.
Las aves pasan gran parte de su tiempo cuidando sus plumas. Es lo que se llama acicalarse. Utilizan el pico para separar las plumas. Limpian la suciedad y los parásitos. Alisan y alinean todas las pequeñas bárbulas entrelazadas que actúan como diminutas cremalleras para mantener las plumas juntas y ordenadas. Esto mantiene las plumas en buen estado y evita que el agua llegue a la piel.
Es posible que vea a las aves acercarse a la grupa con el pico, a menudo con la cola en abanico mientras se estiran. La mayoría de las especies de aves tienen una glándula especial de acicalamiento (también llamada glándula sebácea) en la base de la cola. Su nombre exacto es glándula uropigial. Las aves se limpian el pico y la coronilla con un aceite ceroso que aplican al resto de las plumas. El "aceite" de acicalamiento deja el plumaje brillante y como nuevo. Las plumas bien cuidadas repelen el agua por su fina estructura, más que por las propiedades del propio aceite de acicalamiento (fuente).