No se ven muchas pruebas durante el día, pero los hámsteres son criaturas muy ocupadas. En su hábitat natural cubren millas cada noche buscando comida. Su hámster domesticado recibe entrega diaria, pero eso no significa que haya perdido su instinto natural de correr. Para hacer ejercicio, necesita una rueda de hámster. Las ruedas vienen en todos los tamaños, así que consigue el tamaño adecuado para acomodar a tu hámster. Asegúrese de elegir una sólida, sin escalones, para que su hámster no se lastime las piernitas cuando corra.
Paso 1

Lava, enjuaga y seca la rueda de hámster sólido, o girador, a fondo.
Paso 2
Saca a tu hámster de su jaula y colócalo en su portador mientras le instalas la rueda.
Paso 3
Baje la rueda dentro de la jaula con la parte trasera mirando hacia el lado de la jaula al que desea fijarla. Asegúrate de que la perilla de la parte trasera de la rueda que parece una llave esté vertical para que pueda deslizarse entre las barras de la jaula.
Paso 4
Presiona el girador contra el interior de la jaula con una mano, sujetando firmemente la tuerca de plástico que está situada en el centro del interior del girador.
Paso 5
Gire la «llave» en la parte posterior del girador con una mano mientras mantiene la tuerca dentro del girador en su lugar con la otra mano. No apriete demasiado la conexión, ya que las piezas son de plástico y pueden romperse si se aplica demasiada presión. Cuando el girador esté seguro, mueve la llave a la posición horizontal para que bloquee el girador en su lugar en el lado de la jaula.
Artículos que necesitarás
- Rueda de hámster de plástico sólido
- Portador de hámster
Punta
- Durante la limpieza semanal de la jaula del hámster, retire la rueda o el girador, lávela y séquela bien, y vuelva a colocarla. Esto mantendrá la rueda sanitaria para tu pequeño y te dará la oportunidad de inspeccionarla y asegurarte de que permanece firmemente conectada a la jaula.

Hola, mi nombre es Paula y me apasiona el mundo animal, actualmente paso el tiempo que puedo como voluntaria en un refugio para animales abandonados. Otra de mis grandes pasiones es el mundo acuático, por eso también fui un tiempo instructora de buceo, nadar en el mar junto con increíbles animales en su hábitat natural es un placer que nadie debería dejar de probar al menos una vez en la vida.