Puntas
- Las cabras pueden ser entrenadas para orinar al aire libre.
Para los que tienen una cabra como mascota de interior, el cambio de pañales es la forma ideal de controlar las heces. Las cabras pueden ser entrenadas en casa hasta cierto punto, pero no pueden aprender a controlar sus heces. A diferencia de los perros y los gatos, las cabras defecan al azar. No planean defecar; sólo sucede cuando se mueven. Otros animales, como los perros y los gatos, hacen un pensamiento consciente para eliminar y por lo tanto pueden ser entrenados en casa. Los pañales son útiles para atrapar el desorden de una cabra, especialmente cuando es joven y tiene caca pegajosa que es difícil de limpiar. A medida que maduran, las cabras tienen heces secas y fáciles de barrer; por lo tanto, el uso de pañales se convierte en algo opcional, dependiendo de la casa.
Sostén el pañal sobre el trasero de la cabra, como lo harías con un bebé, para tener una idea de dónde irá el agujero de la cola. Asegúrate de que los lados pegajosos del pañal estén debajo de la cabra. Fíjate dónde está la cola y quita el pañal.

Corta una abertura, de unos 5 centímetros de largo, en el pañal para que la cola se deslice. Haz una abertura más pequeña para las cabras bebés.
Siéntate y pon la cabra en tu regazo con la cabeza a la derecha y la cola a la izquierda.
Agarra las dos patas traseras de la cabra por los tobillos para mantenerla quieta y desliza la cola por la abertura del pañal. Haz que alguien te ayude si no puedes hacer esto con una sola mano.
Levanta el pañal alrededor de la cabra y tira de las lengüetas adhesivas de la parte inferior, una a una. Usa las lengüetas adhesivas para cerrar el pañal. El pañal debe estar lo suficientemente apretado como para no caerse, pero no tan apretado como para que no quepa un dedo entre la cabra y el pañal.
- «Criando cabras para los tontos»; Cheryl Smith; Febrero 2010

Hola, mi nombre es Paula y me apasiona el mundo animal, actualmente paso el tiempo que puedo como voluntaria en un refugio para animales abandonados. Otra de mis grandes pasiones es el mundo acuático, por eso también fui un tiempo instructora de buceo, nadar en el mar junto con increíbles animales en su hábitat natural es un placer que nadie debería dejar de probar al menos una vez en la vida.